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La Vitalidad es el presente. Todo está en la vida y es la vida, los cuerpos mueren pero la vida continúa, es eterna. Siempre se está en medio de la vida y la vida en medio de nosotros. Nos atravisa para llegar a otros, así como atravesó a otros, para llegar hasta nosotros. La vida es incontrolable, poderosa, inalienable, misteriosa, creativa. La vida es salvaje: es el amor.



lunes, 19 de agosto de 2013

¿Qué es la Voluntad de Poder?

 “Y volví la espalda a los poderosos cuando vi que lo 
que llamaban poder consistía en regatear y chalanear 
por el poder con la chusma. Me he tenido que tapar los 
oídos e irme a vivir entre pueblos con idiomas distintos al 
mío para no oírlos ni entenderles cuando se pusieran a 
chalanear y regatear por el poder."

Nietzsche. Así habló Zaratustra

A partir de elementos interpretativos: textos, claves y perspectivas, queda claro que por voluntad de poder, Nietzsche no se está refiriendo al dominio-sometimiento de los otros como finalidad de la voluntad, sino de un autodominio, de la conquista de uno mismo que era el objeto principal de la sabiduría antigua y con Nietzsche se convierte nuevamente en la finalidad más importante de la filosofía, acceder a una “voluntad libre”, a una voluntad de poder afirmativa de la vida. Interpretación que es posible hacer legítimamente desde las claves de la multiplicidad de las fuerzas, su interioridad y el título del apartado donde se menciona por primera vez el concepto. La superación de uno mismo, se refiere a un proceso fundamentalmente interno y personal, pues si se es señor se es señor de uno mismo, superando la servidumbre impuesta por los otros y concretada en la asimilación de sus valores; y si se es siervo, se es siervo de otro y de los valores impuestos por otro. De tal manera, la cuestión del poder se refiere sobre todo a la cuestión de una autarquía resultante de una autonomía o de una servidumbre basada en la heteronomía, de tal modo se puede mandar, someter o dominar a otro sin dejar de ser esclavo de los valores establecidos, la única diferencia es la de ser un esclavo vencedor o un esclavo vencido:

Nuestros señores son esclavos que triunfan en un devenir-esclavo universal: el hombre europeo, el hombre domesticado, el bufón… Nietzsche describe los Estados modernos como hormigueros, en los que los jefes y los poderosos vencen por su bajeza, por el contagio de esa bajeza y esa bufonería. Cualquiera que sea la complejidad de Nietzsche, el lector adivina fácilmente en qué categoría (es decir, en qué tipo) habría colocado Nietzsche a la raza de los<<señores>> concebida por los nazis. Cuando el nihilismo triunfa, entonces y sólo entonces la voluntad de poder deja de querer decir <<crear>>  y significa: querer el poder, desear dominar (por tanto, atribuirse o hacerse atribuir los valores establecidos, dinero, honores, poder…) Ahora bien, esa voluntad de poder es precisamente la del esclavo, es la manera como el esclavo o el impotente concibe el poder, la idea que tiene de él, y que aplica cuando triunfa[1]

Mientras la auténtica libertad y poder se definen por la capacidad de valorar desde la afirmación de la vida, siendo ella misma superación constante de sí misma (creación, cambio y devenir), con lo cual, el hombre de la voluntad de poder es aquel que encarna las fuerzas creativas y “dominadoras”[2] de la vida. Por ello, Deleuze enfatizará a lo largo de su obra que con la voluntad de poder no se busca el poder ni el dominio del otro,[3] sino, la conquista del inconciente, y con ello, de la afectividad y las propias capacidades físicas e intelectuales. Si fuera de otro modo, el aparatado donde menciona Nietzsche por primera vez la voluntad de poder se titularía “Sobre el dominio de los otros”, “La voluntad de dominar” o algún otro título relativo a la relación política con la otredad, mientras que el título asignado, La superación de uno mismo, implica la dimensión política, sobre todo, en relación con uno mismo y la ética, los valores que uno mismo se impone para la autosuperción de sí mismo y el dominio de las propias fuerzas reactivas.