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La Vitalidad es el presente. Todo está en la vida y es la vida, los cuerpos mueren pero la vida continúa, es eterna. Siempre se está en medio de la vida y la vida en medio de nosotros. Nos atravisa para llegar a otros, así como atravesó a otros, para llegar hasta nosotros. La vida es incontrolable, poderosa, inalienable, misteriosa, creativa. La vida es salvaje: es el amor.



jueves, 20 de diciembre de 2012

Sociedades de Control Vs RIZOMA


Sociedades de Control
Crítica al poder como dominio
en el capitalismo tardío

El texto Post-escriptum sobre las sociedades de control, puede ser considerado con justicia como el testamento político de Gilles Deleuze, quien lo escribe en 1990 a los setenta y cinco años de edad, y es publicado el 1 de mayo del mismo año en  Lʼ Autre Journal. Este breve texto de apenas ocho páginas es el esbozo de una cartografía de aquello en que habrá de convertirse el capitalismo para el siguiente siglo, en él, el filósofo apenas señala las nuevas directrices, estructuras y mecanismos que el capitalismo anuncia con nuevos signos en las décadas de los 70s y 80s: el ejercicio del poder que explota, somete y acumula riqueza a través del “control” a distancia que permite la tecnología de la informática, la computación y las nuevas formas de producción.

La visionaria idea de Deleuze es planteada como la continuidad de las modalidades que adquiere el poder tras los modelos de las “sociedades soberanas” de la Edad Media y las “sociedades disciplinarias” de inicios de la Modernidad, teorizadas por Michel Foucault en su libro de 1975 Vigilar y castigar. El planteamiento teórico consiste básicamente en explicar las modalidades con que funciona el poder que ejerce el soberano o el gobierno sobre el pueblo.

En estos términos, la “sociedad soberana” es aquella en la cual el soberano que es el rey, es considerado como la encarnación del poder. Y por lo tanto, en los términos de la corporalidad misma del rey es como se ejercerá su poder contra los cuerpos de sus opositores, con el recurso del suplicio público en ceremonias espectaculares donde la destrucción física del cuerpo de los condenados a través del desmembramiento, el crujir de huesos, el metal ardiendo, el fuego, los gritos y lamentos anuncian de manera ejemplar el poder del soberano a sus súbditos, y promueve a través del miedo y los dogmas religiosos, la conformación del “alma” servil de buenos cristianos que respetan al monarca de la misma manera como respetan a Dios. El suplicio de los cuerpos sufrientes tiene por finalidad la conformación de un alma de la cual sea prisionero el cuerpo...